Hace unos días leí en una noticia
que una comisión de expertos estaba tratando de buscar fórmulas para optimizar
el transporte de mercancías del futuro, inspirados en la modularidad y flexibilidad
del transporte digital trataban de encontrar fórmulas para actuar en este ámbito
entorno plagado de ineficiencias y que consume un alto porcentaje del PIB
mundial.
Una optimización en el mundo del
transporte de mercancías o incluso personas pasa por abordar los dos problemas
más destacados, la seguridad y control y la manejabilidad en ruta de los
elementos de transporte. Los controles de aduana y
seguridad generan un gran inconveniente a la optimización logística, este punto
es preciso abordarle con acuerdos internacionales y estándares de verificación
y empaquetado que liberen la realización de los mismos en determinadas áreas en
exclusividad ya que esto limita el paso de todas las mercancías o personas por
cuellos de botella. Este punto lo dejaremos aquí por el momento.
La modularidad de los elementos
de transporte es el otro gran hándicap. Mover cientos de contenedores de más de
diez metros de largo, en un barco y tener que manejar la mercancía
obligatoriamente en centros especializados con un alto coste y por tanto con una
baja granularidad es un problema. Ante esta situación surgen distintos
operadores que pujan por el uso de estos recursos de manera preferente lo que
incluye una complejidad adicional y un punto de fricción a la eficiencia los recursos
no se comparten de manera abierta.
Buscando soluciones, se puede
concebir un contenedor estandarizado formado por multitud de subcontenedores
pequeños capaces de adosarse entre ellos, todos y cada uno de ellos con
mecanismos digitales de control de la seguridad de la mercancía. Estos
contenedores serian manejados en estaciones estándar de tratamiento a modo de
túnel donde entra un contenedor transportado por un vehículo y los robots de la
estación retiran los módulos que corresponda para agruparlos posteriormente en
función de la ruta de reparto; de manera que otro contenedor será compuesto
para que un vehículo lo retire y comience su viaje. Cada contenedor seria de
tamaño variable y compuesto de piezas de distintos tamaños pero todas
encajables entre sí, algo así como un Lego y por supuesto todas ellas con
control digital de la mercancía y todos sus datos. La gestión de mercancías
tanto en reparto como en recogida pasaría por incluir todo en contenedores
estándar del tamaño que corresponda y los camiones pasarían por estas
estaciones de gestión colocadas de manera granular y que serían capaces de
cambiar toda la mercancía de los vehículos de manera modular y automática.
El transporte de personas también
puede ser optimizado. Hoy en día el transporte en tren está cobrando un papel
predominante sobre todo en el caso de la alta velocidad, sin embargo, la
frecuencia de paradas es un hándicap que enfrenta la velocidad y los costes a
un servicio adecuado en todo el territorio.
Una vez más es posible una
solución válida tanto para tren de alta velocidad como para trenes de recorrido
cercano. Esta solución consiste en utilizar un vagón a la cola del tren que
será soltado en cada estación con los pasajeros que deseen apearse del tren y a
su vez se recogerá otro vagón con los pasajeros que deseen subir al tren.
Este intercambio se produciría en
estaciones muy sencillas sin largos andenes, tan solo con vías paralelas para
soltar e incorporar el vagón de carga/descarga. Esta operación se haría en marcha
para lo cual el vagón de incorporación se soltaría y seria recogido por un
robot de frenado y el vagón de carga seria acelerado, como si de un carril de
incorporación en la autovía se tratase para ser incorporado al tren.
Dentro del tren los pasajeros que
deseasen bajar serian avisados para que movieran al vagón de intercambio y los
que desean seguir que pasen a los vagones fijos.
De esta manera conseguiríamos
incorporar estaciones sencillas y con bajo coste económico sin gran
infraestructura más que los mecanismos automatizados de manejo de los vagones ya
que estos mismos harían de zona de espera y apeadero.
Seguro que el futuro nos depara
grandes sorpresas en estos ámbitos, pero porque no comenzar a imaginar.