14 abr 2014

Las cosas que fuerzan y las fuerzas que cosan.



Comenzando con una fácil similitud.
Un equipo de Formula 1 lo componen muchas personas, pero hay dos grandes claves que son el piloto y el coche, lo demás es apoyo a estos dos elementos.

Si un equipo de Formula 1 tiene un gran coche, pronto tendrá un gran piloto que consiga éxitos, si tiene un gran piloto todo el equipo trabajará para tener un buen coche y en cuanto lo tengan llegarán los éxitos.  

Quiero decir, que la manera de alcanzar el éxito viene por tener buenos jugadores y buenos elementos y en la mayoría de las ocasiones estos están interconectados y forzando uno se consigue influir en la consecución del otro.

Hay un ejemplo que a mí me gusta bastante, determinadas marcas Premium comenzaron su andadura con un producto que se distinguía bien poco de sus competidores, pero con un precio varias veces superior. El consumidor al ver el precio entendía que debía de tratarse de un producto de alta calidad y así estas marcas consiguieron comenzar a avanzar hasta posicionarse en lo alto.

Algo así ocurre en las empresas, alcanzar un alto nivel de excelencia exige contar con buenos empleados y con buenos recursos que faciliten el trabajo a los anteriores. Tú decides por donde quieres empezar, pero si incrementas la calidad de alguno de estos elementos el otro va a tender a incrementarse. Solo tienes que estar preparado para saber guiar ese tirón. 



9 abr 2014

Midiendo la eficiencia

A menudo oímos decir a las personas que tenemos alrededor e incluso a nosotros mismos, aquella famosa frase de “estoy hasta arriba de trabajo”. A menudo tomamos este comentario para hacer consideraciones, siempre imprecisas, del nivel de ocupación, implicación e incluso valía de la persona que lo realiza.

Esto es debido a la incapacidad que tenemos de medir el trabajo que realizan las personas en la mayoría de los puestos actuales, bien por la complejidad o bien porque no ponemos en ello los medios necesarios.

Es por ello que las organizaciones asignan trabajo a las personas hasta que alcanzan el punto en el que en todo momento estas han de dejar de hacer alguna de las tareas que tienen asignadas, de esta manera están siempre “hasta arriba”; pero ¿está realmente este modelo enfocado en alcanzar unos resultados acordes con lo que esperan nuestros clientes?.

No es habitual, yo diría que es casi imposible que alguien en su trabajo te diga que está esperando a que llegue algo para hacer, lo que seria FLOW EFFICIENCY, aunque sea cierto tratará de ocultarlo, su superior pronto pensaría que esa persona es prescindible o que puede darle algo más que hacer.

Pocas veces escuchamos a nuestros directivos transmitir el mensaje de que hay que trabajar haciendo las cosas bien, agilizando el tiempo entre la encomienda y el fin de las tareas; en su lugar es más frecuente oír aquello de hay que trabajar duro, echar horas si es necesario. 

Así tendemos a crear una estructura interna en las organizaciones que no se enfoca en los procesos que tienen como resultado los productos o servicios que consumen nuestros clientes, sino en modelos que se basan en la optimización de recursos haciendo que todas las personas estén tan ocupadas como sea posible y gasten su tiempo en priorizar, sentirse estresados o buscar tareas que hacer para evitar que nadie piense que no tienen mucho que hacer.