Hay varios factores determinantes que apuntan a que estamos
ante una nueva burbuja, en este caso no me atrevería a decir que se trata de
internet, sino más bien de la RED. La RED se ha convertido en el principal
medio para comunicarnos, acceder a servicios ofrecidos por todo tipo de
empresas: viajes, seguros, restaurantes, bancos, aplicaciones empresariales, etc,
etc; casi tengo más problemas para encontrar servicios que no se prestan en la
RED que para enumerar cientos de ellos.
Lo que me hace pensar que estamos ante una burbuja son
sucesos destacados que ponen de manifiesto que estos subiendo por la escalera de
crecimiento sin pasar por todos los peldaños, y esto me recuerda mucho a como
la economía española ha avanzado los últimos años antes de esta crisis, que no
hace más que mostrar un agujero detrás de otro en todos los frentes.
Hace unos días se hablaba de una posible burbuja 2.0 con la salida
a bolsa de Facebook y todos los avatares, saliendo a bolsa a un precio de $38 en
mayo y menos de un mes después el precio ronda los $28, mucho se ha hablado del
valor de esta compañía, que en el momento de salir a bolsa estaba valorada en alrededor
de 16.000 millones de dólares. Si analizas
un poco la información relativa a sus empleados, activos, gastos, inversiones, clientes,
etc, pronto comienzas a sospechar que puede haber mucho gas en
este globo.
Otro de los hechos que me han hecho reflexionar en esta línea,
es la noticia relativa a Flame, un malware capaz de grabar conversaciones,
tomar imágenes de la cámara, captar los caracteres escritos en el teclado y
muchas más cosas, hasta 20megas de “bicho” que pueden dar para convertir tu
ordenador en casi cualquier cosa. Lo que sorprende no es que este bicho haya
estado por la RED infectando miles de ordenadores, lo que sorprende, es que ha
estado varios meses extendiéndose sin que nadie se percatase de ello. Visto esto,
a nadie que conozca el mundo de la tecnología informática de cerca, le sorprendería
levantarse una mañana con la noticia de que toda la red esta caída y que gran
parte de los grandes sistemas del mundo han quedado indisponibles. La pregunta
es ¿podemos permitirnos vivir un día sin nada de esto? Seguramente la respuesta
de la mayoría sea: “sí por supuesto, muchos domingos no me pongo delante de un
ordenador”, pero realmente ¿podría funcionar el servicio médico? ¿Y las
empresas de logística de alimentos? y cuántos miles de servicios más; ¿y si
retorcemos la pregunta y resulta que se extiende a una semana en lugar de un día?.
Seguro estoy de que nos encontraríamos ante un grave problema, y ¿puede pasar?.
Deberíamos afianzar un poquito más los pasos, aquellos que
en España se dieron en la escalera del crecimiento económico nos han llevado a
una cruda crisis que va a estar a punto de poner al borde del precipicio la
estabilidad social, si pasos mal dados en el crecimiento de la dependencia de
la RED nos llevan a un punto en el que se produzca un desmoronamiento por algún
motivo, no quiero ni imaginarme en que se convertiría el mundo durante un buen
tiempo….