5 oct 2016

Inteligencia y Productividad

Recientemente Accenture ha publicado el resultado de un estudio afirmando que la inteligencia artificial podría incrementar hasta en un 40% la productividad laboral en las empresas españolas hasta 2035.

Efectivamente si analizamos en profundidad podemos, al margen de ser capaces de verter un resultado cuantitativo tan exacto, advertir una importante área de mejora en actividades que pueden ser realizadas de manera autónoma por un sistema basado en inteligencia artificial. La mayor parte de las empresas actuales, al margen del proceso creativo que tiene como resultado el producto o servicio a ofrecer y el establecimiento de los valores que constituyen la compañía y que serán la base de la creación del equipo y la cultura de la compañía; lo que resta está basado en gran parte en procesos y conocimientos comunes a la industria en cuestión, al mercado o incluso a cualquier compañía de cualquier tipo.

Uno de los grandes hándicaps de la productividad actualmente es la capacidad que tenemos para adoptar modelos de trabajo basados en procesos, tendemos de manera natural a hacer las cosas de manera poco estructurada y de distinta forma cada vez que lo repetimos, es la base del aprendizaje natural. Además mostramos mucha resistencia a validar nuevas formas de hacer el trabajo que supongan un comportamiento previsible y sin capacidad de aportar nada nuevo.

Es sin duda un siguiente estado de madurez, aquel en el que las personas de una organización son capaces de seguir un proceso en el desempeño de su trabajo diario. Junto con los adecuados sistemas de medición y activación, se consigue en muy poco tiempo eliminar gran parte de los errores que son culpables de consumir gran parte del tiempo estableciendo además una gran base para la mejora continua y la eliminación de trabajo innecesario.

Antes de que llegue la inteligencia artificial, la inteligencia humana tiene mucho que hacer por sí misma en el ámbito de la mejora de la productividad laboral. 

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