Hace ya algunos años, cuando pocos imaginaban que los smartphones
fueran a extenderse de la manera en que lo han hecho, Blackberry, una modesta compañía,
ofrecía una excelente idea para convertir el teléfono PDA en un elemento de uso
profesional seguro, controlado en caso de pérdida o robo, con acceso al entorno
corporativo de comunicaciones y aplicaciones; todo ello de una manera sencilla
e ingeniosa que hacia las delicias de cualquier ejecutivo dado y excelente
experiencia de usuario.
Hoy, unos cuantos años después, con miles de millones de
Smartphones rodando por el planeta y con compañías que ingresan miles de
millones hasta perder la cuenta, algo tan sencillo e ingenioso como lo que creó
Blackberry con sus terminales, su servidor BES y la famosa conexión móvil intranet
que ofrecían los operadores, parece que sigue quedando en los suspiros y deseos
de los artículos de las revistas. Existen soluciones, claro que hay soluciones,
pero se trata de soluciones parciales, que dan cobertura a algunos de los
problemas, pero no terminamos de ver una solución definitiva que esté presente
en el entorno corporativo.
Obviamente la cuestión no es de capacidad, puede tratarse más
bien de intereses, de hecho las grandes compañías que diseñan y programan
sistemas operativos para smartphones se deben al uso personal de dichos
dispositivos y es posible que el ámbito corporativo el beneficio económico sea
mucho mejor si lo comparamos con la inversión que requiere.
Parece que Blackberry ha dejado un hueco en este rápido crecimiento,
que hasta ahora ni Google ni Apple han sabido
ocupar. Microsoft está muy presente en el entorno corporativo y sus terminales
Nokia con Windows podrían irrumpir con una solución, Veamos que ocurre,
mientras tanto la información corporativa está en riesgo tan pronto como está
presente en los terminales móviles de los empleados que los usan para todo.
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