
El desarrollo de una inmensa red de comunicación
de datos en la que cada coche fuese un host, con un centro de gestión central, permitiría
que cada vehículo enviase información relativa a su ubicación , velocidad a la
que está circulando, a donde va, en qué estado se encuentra el vehículo. Podría
notificar automáticamente averías incidentes y accidentes mejorando
notablemente el tiempo de llegada de la asistencia. Podría modificarse dinámicamente
el comportamiento de los semáforos en función del trafico, carriles
adicionales, etc. Seguramente aumentaría la sensación de control y la
controversia eterna de vender potencia para no poder ser usada desencadenaría debates
y lucha de intereses; pero en definitiva no cabe duda de que se reducirían
notablemente los accidentes y se reduciría el consumo, con todo lo que ello
conlleva.
Otro gran avance a la vista, es la llegada de vehículos
capaces de circular sin conductor. Aunque pueda parecer que esto aun queda
lejos, la realidad es que ya se han realizado muchas pruebas muy satisfactorias
por parte de Google en Estados Unidos, incluso en el estado de Nevada tiene
licencia para circular en la vía publica. De una u otra manera, este gran paso
de la inteligencia artificial aplicada al automóvil va a cambiar completamente
nuestras vidas. No tendremos que ir a recoger a nuestros hijos al colegio, lo
puede hacer el coche, lo de aparcar al lado del trabajo no tendrá sentido, el
coche se puede marchar a casa o a aparcar a las afueras. Nuestras ciudades estarían
mucho más libres de coches.
Combinando el vehículo autónomo con la red, todo vehículo
podría convertirse upen un vehículo de uso compartido, en la gran red una
persona desde su Smartphone dice donde está y a donde va y recibe información
de si algún vehículo o un conjunto de ellos está haciendo esta ruta y puede
tomarla, la toma paga a través de su móvil la cantidad establecida y listo. Los
taxistas...... Algo habría que pensar para ellos.