A quien le cabe duda de que las posibilidades de acceso a consultar y generar información en la red, es casi un don del que nos ha dotado la web 2.0. Las nuevas capacidades de comunicación de las redes sociales y todo ecosistema de herramientas de comunicación instantanea disponible tanto en PC como en dispositivos móviles nos acercan a las personas que tenemos lejos y nos permiten mantener una conversación constante con quien se nos antoja.
Qué duda cabe, de que se abre la puerta a una nueva forma de entender las relaciones entre las personas. Suponen un enriquecimiento espectacular de la cantidad de información, opiniones, enlaces, etc. a todo aquello que puede ser de interés y permiten que cualquier información de muchas vueltas antes de que pueda ser procesada por un medio de comunicación tradicional.
Sin embargo, también este modelo tiene su parte oscura, tiene sus inconvenientes y pone de manifiesto un nuevo conjunto de problemas propio de sociedad 2.0. Problemas en algunos casos poco relevantes con consecuencias para unas pocas personas, pero por otro lado se presentan inconvenientes que vistos en un medio o largo plazo pueden tener efectos poco deseables. A saber:
- A menudo cuando intentamos buscar una información nos encontramos con un volumen elevado de contenidos que tratan el tema. En muchos casos de manera esporádica, en otros muchos aportando exceso de subjetividad, en muchos casos ponen de manifiesto información contextualizada en entornos que no nos son de utilidad, el peor de los casos es encontrar información valida de la que no puedes comprobar la fiabilidad de la fuente. En muchas ocasiones el resultado final te queda con una sensación de insatisfacción en la que manejas los conceptos que pretendías de manera dubitativa.
- Si consumes mucha información de internet, Webs, RSS, Facebook, Twitter, al principio sentirás una sensación de excitación, pero en un tiempo, posiblemente la mayoría de ella no te genere más que ruido y descartas la mayoría de los mensajes sin tenerlos en cuenta en el mejor de los casos, seguro que habitualmente eliminas la mayoría sin saber que han existido; cuando no buscas te interrumpe y cuando buscas algo, a menudo, no está lo que necesitas.
- Si generas mucha información en Internet, una de las mejores cosas que te puede pasar es que la valores para poder leerla tú mismo en el futuro. A menudo la información aportada no sirve a nadie para nada, si alguna vez dijiste algo que interesó a alguien seguro que te han etiquetado en base a ese contenido y de alguna manera te obliga a darle continuidad a un conjunto de ideas u opiniones que no son tu línea más destacada, en muchos casos te entusiasmaste con la euforia del momento y no estás del todo orgulloso del contenido que publicaste, y lo que puede ser peor, publicaste fotos que cualquier día alguien puede utilizar como as sacado de la manga.
- El problema de los buscadores. Dada la gran cantidad de información, webs, contenidos, etc. los buscadores son un elemento clave para dotar de usabilidad a la web, sin embargo han de utilizar complejos algoritmos que permitan clasificar y ordenar la información. Por un lado los buscadores pueden influir en el mundo de la información de una manera muy poderosa. Por otro lado se entabla una guerra infinita entre la búsqueda de la objetividad más absoluta por parte de los algoritmos y aquellos que intentan usar trucos para sacarle el máximo partido al posicionamiento web y todo lo relacionado con la presencia en la web. En resumen, las decisiones sobre la información mostrada en un buscador pasa por numerosos filtros, que pueden estar supeditados a manipulación, desde que el usuario concibe la idea de lo que ha de buscar hasta que se encuentra con información al respecto.
- El efecto manoberry. Si es cierto que ahora disponemos de unas posibilidades excelentes para comunicarnos, en muchos casos lo que hace falta es tener algo que decir. Destinar un tiempo elevado a la comunicación y utilizarlo de manera ineficiente escribiendo en el teclado de un terminal móvil en lugar de hacer una llamada de 1 minuto; es preciso cuestionarse que has de decir y buscar la mejor manera de hacerlo. Utilizar constantemente un chat por el hecho de hacerlo no supone más que una pérdida de tiempo para ti y para el que recibe la información. Colocar contenido en Facebook supone a menudo más interrupciones que interés.
Como en todo, hay ventajas e inconvenientes, es preciso conocer ambos y decidir con conocimiento el hacer un buen uso de las herramientas del nuevo mundo 2.0.
Qué duda cabe, de que se abre la puerta a una nueva forma de entender las relaciones entre las personas. Suponen un enriquecimiento espectacular de la cantidad de información, opiniones, enlaces, etc. a todo aquello que puede ser de interés y permiten que cualquier información de muchas vueltas antes de que pueda ser procesada por un medio de comunicación tradicional.
Sin embargo, también este modelo tiene su parte oscura, tiene sus inconvenientes y pone de manifiesto un nuevo conjunto de problemas propio de sociedad 2.0. Problemas en algunos casos poco relevantes con consecuencias para unas pocas personas, pero por otro lado se presentan inconvenientes que vistos en un medio o largo plazo pueden tener efectos poco deseables. A saber:
- A menudo cuando intentamos buscar una información nos encontramos con un volumen elevado de contenidos que tratan el tema. En muchos casos de manera esporádica, en otros muchos aportando exceso de subjetividad, en muchos casos ponen de manifiesto información contextualizada en entornos que no nos son de utilidad, el peor de los casos es encontrar información valida de la que no puedes comprobar la fiabilidad de la fuente. En muchas ocasiones el resultado final te queda con una sensación de insatisfacción en la que manejas los conceptos que pretendías de manera dubitativa.
- Si consumes mucha información de internet, Webs, RSS, Facebook, Twitter, al principio sentirás una sensación de excitación, pero en un tiempo, posiblemente la mayoría de ella no te genere más que ruido y descartas la mayoría de los mensajes sin tenerlos en cuenta en el mejor de los casos, seguro que habitualmente eliminas la mayoría sin saber que han existido; cuando no buscas te interrumpe y cuando buscas algo, a menudo, no está lo que necesitas.
- Si generas mucha información en Internet, una de las mejores cosas que te puede pasar es que la valores para poder leerla tú mismo en el futuro. A menudo la información aportada no sirve a nadie para nada, si alguna vez dijiste algo que interesó a alguien seguro que te han etiquetado en base a ese contenido y de alguna manera te obliga a darle continuidad a un conjunto de ideas u opiniones que no son tu línea más destacada, en muchos casos te entusiasmaste con la euforia del momento y no estás del todo orgulloso del contenido que publicaste, y lo que puede ser peor, publicaste fotos que cualquier día alguien puede utilizar como as sacado de la manga.
- El problema de los buscadores. Dada la gran cantidad de información, webs, contenidos, etc. los buscadores son un elemento clave para dotar de usabilidad a la web, sin embargo han de utilizar complejos algoritmos que permitan clasificar y ordenar la información. Por un lado los buscadores pueden influir en el mundo de la información de una manera muy poderosa. Por otro lado se entabla una guerra infinita entre la búsqueda de la objetividad más absoluta por parte de los algoritmos y aquellos que intentan usar trucos para sacarle el máximo partido al posicionamiento web y todo lo relacionado con la presencia en la web. En resumen, las decisiones sobre la información mostrada en un buscador pasa por numerosos filtros, que pueden estar supeditados a manipulación, desde que el usuario concibe la idea de lo que ha de buscar hasta que se encuentra con información al respecto.
- El efecto manoberry. Si es cierto que ahora disponemos de unas posibilidades excelentes para comunicarnos, en muchos casos lo que hace falta es tener algo que decir. Destinar un tiempo elevado a la comunicación y utilizarlo de manera ineficiente escribiendo en el teclado de un terminal móvil en lugar de hacer una llamada de 1 minuto; es preciso cuestionarse que has de decir y buscar la mejor manera de hacerlo. Utilizar constantemente un chat por el hecho de hacerlo no supone más que una pérdida de tiempo para ti y para el que recibe la información. Colocar contenido en Facebook supone a menudo más interrupciones que interés.
Como en todo, hay ventajas e inconvenientes, es preciso conocer ambos y decidir con conocimiento el hacer un buen uso de las herramientas del nuevo mundo 2.0.
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